Dorothy Aurora Pérez Gutiérrez ha logrado un hito sin precedentes al ser confirmada como la nueva Contralora General de la República, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar de manera oficial este prestigioso cargo. Su ratificación por parte del Senado, con 46 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones, destaca el respeto y la confianza que ha obtenido a lo largo de su carrera, la cual ha estado marcada por un firme enfoque en la transparencia y la rendición de cuentas.
La trayectoria de Pérez es impresionante. Se graduó en Derecho de la Universidad de Chile, una de las instituciones más prestigiosas del país, lo que le proporcionó una sólida base para su carrera en el servicio público. Desde diciembre de 2023, había estado desempeñándose como Contralora General interina tras la salida de Jorge Bermúdez, un periodo que no ha estado exento de desafíos y tensiones, pero que ha sabido manejar con determinación y compromiso.
Su nombramiento como Contralora General es, sin duda, un reconocimiento a su capacidad de liderazgo y a su visión clara de lo que se necesita para mantener la integridad de las instituciones públicas. Durante su periodo como interina, Pérez lanzó varias iniciativas importantes, una de las más notables fue una auditoría integral de las municipalidades del país. Las auditorías no solo sirvieron para identificar irregularidades, sino también para establecer procedimientos más rigurosos en el manejo de recursos públicos, demostrando su compromiso con la responsabilidad fiscal.
Uno de los aspectos más complejos de la carrera de Pérez fue su enfrentamiento con Jorge Bermúdez, el antiguo Contralor General. En 2016, Pérez fue designada como subrogante por Bermúdez, pero las tensiones surgieron en 2018 cuando intentó removerla de su posición tras su testimonio como testigo en una investigación de fraude en la policía de Carabineros. Esta situación no solo puso a prueba su resiliencia, sino también su integridad profesional, ya que ella se negó a ceder y luchó su despido a través de un recurso de protección que ganó ante la Corte Suprema, permitiéndole seguir en su puesto.
A pesar de este turbulento episodio, Pérez ha dejado claro que no guarda resentimientos y ha enfatizado que las instituciones están por encima de los individuos. Esta perspectiva es fundamental para su enfoque de liderazgo, en el cual ha buscado promover una cultura de transparencia y eficiencia dentro de la Contraloría. Un ejemplo significativo de su visión futurista es la reactivación de la División de Municipalidades, que Bermúdez había suprimido, ahora renombrada como la División de Gobiernos Regionales y Municipales, un paso audaz que implementó para fortalecer la supervisión regional y municipal.
La ética y la transparencia son el centro del enfoque de Pérez. Desde que asumió como Contralora interina, destacó la necesidad urgente de controlar el uso de armas dentro de las instituciones públicas, reflejando su preocupación por garantizar ambientes seguros y protegidos para los servidores públicos y la ciudadanía. Además, ha subrayado la importancia de revisar el papel de las entidades públicas durante emergencias, como los incendios forestales, lo que representa su compromiso por una respuesta eficaz ante situaciones críticas.
El liderazgo de Pérez es una inspiración para muchas mujeres en el ámbito político y administrativo, simbolizando no solo un paso significativo hacia la igualdad de género, sino también un compromiso inquebrantable con los valores éticos y la integridad institucional. Al mirar hacia adelante, Pérez busca dejar una impronta indeleble en la Contraloría, donde sus valores de transparencia y responsabilidad no solo se mantengan, sino que se refuercen significativamente, estableciendo un nuevo estándar de excelencia en el servicio público chileno.
Con Dorothy Pérez en la cabeza de la Contraloría General, se vislumbra una nueva era que combina la tradición con la innovación. Su experiencia previa y sus esfuerzos por revivir divisiones clave dentro de la institución sugieren que su gestión estará caracterizada por un énfasis renovado en la gobernanza local y en la fiscalización efectiva de los recursos municipales y regionales. Este enfoque es crucial para fortalecer la confianza pública en las autoridades y para asegurar que los recursos del Estado se utilicen de manera ética y eficiente.
A medida que avanza su mandato, será interesante ver cómo Pérez maneja las presiones internas y externas, manteniendo la independencia de su oficina mientras colabora con otros sectores del gobierno para impulsar reformas clave. Su habilidad para navegar conflictos anteriores y su clara dedicación a los principios fundamentales de la transparencia y la justicia hacen que muchos tengan fe en que podrá realizar cambios positivos y duraderos en el sistema de control fiscal del país.
La llegada de Pérez a esta posición emblemática ofrece un rayo de esperanza para una administración pública más justa y eficiente en Chile. Sus acciones estarán bajo escrutinio constante, pero su historial sugiere que está bien preparada para enfrentar estos desafíos con valentía y perspicacia. Su enfoque basado en principios y su historial probado de liderazgo indican que podrán redefinir qué significa ser un líder en los tiempos modernos, no solo en Chile, sino como ejemplo para otros países de la región y el mundo.
En resumen, Dorothy Pérez no solo ha marcado un hito al convertirse en la primera mujer Contralora General de la República, sino que también ha establecido las bases para un periodo de reformas e innovaciones que prometen mejorar el funcionamiento de la institución y su relación con la comunidad que sirve. La historia juzgará su gestión, pero su compromiso con la transparencia y la justicia ya la ha cimentado como una figura clave para las futuras generaciones de líderes.