La Ley Karin en Chile surge como una respuesta firme contra la violencia hacia las mujeres. Inspirada en el caso de Karina Órdenes, esta normativa incrementa las penas por violencia doméstica y femicidio, estableciendo unidades policiales especializadas y medidas de protección y asistencia para las víctimas. También promueve la educación en igualdad de género en las escuelas.