El Viernes 13 ha sido durante mucho tiempo una fecha rodeada de supersticiones y creencias de mala suerte. Aunque es más notable en los Estados Unidos, este temor no es exclusivo de ese país. Varios eventos históricos y culturales han contribuido a la formación de este temor. Uno de los orígenes más citados es el relato bíblico de la Última Cena, donde Judas Iscariote, el decimotercer invitado, traicionó a Jesús. La crucifixión ocurió un viernes, dejando una marca indeleble en la memoria cultural.
La influencia de la cultura popular han amplificado el temor al Viernes 13. La serie de películas de terror 'Viernes 13' ha contribuido en gran medida a perpetuar esta creencia. Estas películas no solo presentan historias de horror, sino que también atan el concepto de mala suerte con eventos visualmente impactantes y aterradores, grabando la fecha aún más en la conciencia popular.
Phil Stevens, un profesor de antropología retirado de la Universidad de Buffalo, ha estudiado este fenómeno. Según Stevens, la combinación del número 13 y el día viernes se debe a lo que él llama 'pensamiento mágico', donde se cree en relaciones causales entre eventos no relacionados. Esta forma de pensar irracional puede llevar a las personas a establecer conexiones que aumentan su temor.
El número 13 ha arrastrado una mala fama desde tiempos inmemoriales. En la mitología nórdica, por ejemplo, el dios Loki era el decimotercer invitado en una cena en Valhalla, que terminó en tragedia. En el contexto bíblico, el capítulo 13 del Libro del Apocalipsis habla del Anticristo. Estos ejemplos históricos han cimentado la percepción del número 13 como sinónimo de mala suerte.
Este temor tiene un nombre clínico: triskaidekafobia. Sufrir esta fobia puede tener un impacto significativo en la vida diaria de una persona. Algunas personas pueden evitar actividades importantes en días asociados con el número 13, mientras que otras pueden experimentar ansiedad extrema. La considerable atención que se le presta en la cultura popular puede exacerbar estos síntomas y hacer que el número 13 sea aún más temido.
A pesar de que el temor al Viernes 13 sigue siendo fuerte, está perdiendo lentamente su potencia. Las nuevas generaciones, más influenciadas por la racionalidad y el pensamiento científico, tienden a no darle tanta importancia a estas fechas. Aunque la cultura popular mantendrá vivo el mito a través de películas y literatura, la influencia de esta superstición parece estar menguando con el tiempo.
El año 2024 presentará dos Viernes 13, uno en septiembre y otro en diciembre. Sin embargo, después de eso, no volverá a suceder hasta junio de 2025. Estos datos son solo un recordatorio de que la vida continúa y que las supersticiones, aunque poderosas en su forma cultural, están destinadas a evolucionar.