El ambiente en las filas del Monterrey está cargado de tensión a pocos días del choque crucial ante Club León en la última jornada del Clausura 2025. Las miradas siguen puestas en Sergio Canales, mediocampista español y uno de los fichajes estelares del club, cuya presencia en el partido está completamente en el aire. No es la primera vez que las lesiones merman al conjunto regiomontano en la recta final del torneo, pero la situación de Canales combina lo físico con lo extracancha.
Todo comenzó con un episodio inusual: el 4 de abril, tras un enfrentamiento verbal en el entrenamiento con el entrenador Martín Demichelis, Canales terminó golpeando una puerta de cristal dentro de las instalaciones albiazules. El “berrinche”, como lo describieron algunos medios locales, no quedó solo en anécdota: el impacto le provocó una herida considerable que necesitó diez puntos de sutura. Aunque hubo intentos de bajar el tono a la controversia, las imágenes y los testimonios de compañeros reforzaron la tensión interna.
Días después de ese altercado, mientras la atención se mantenía sobre la relación del grupo, una nueva y desafortunada noticia cayó sobre Monterrey: Canales presentó un edema miotendinoso en el sóleo derecho durante una de las prácticas, diagnóstico que confirma que el daño fue más allá de lo superficial. Desde entonces, el jugador se mantiene fuera de las canchas y ha estado bajo estricta rehabilitación, siguiendo un plan a doble turno, según fuentes cercanas al club.
La ausencia de Canales llegó en el peor momento. Monterrey ha jugado los últimos tres partidos cruciales sin su organizador en el medio campo y eso se ha dejado notar en el ritmo y la generación ofensiva del equipo. Además, el tema ya trasciende lo deportivo; los aficionados y la prensa local cuestionan la estabilidad del vestidor mientras crece la presión por clasificarse de manera directa a la liguilla y conseguir el tan ansiado cierre en casa durante el Play-In.
Las redes sociales oficiales de Monterrey han generado aún más incertidumbre. Con fotos de Canales entrenando solo y mensajes ambiguos sobre “la recuperación que avanza”, el club evita tanto confirmaciones como desmentidos. Nadie ha hablado claro desde la dirección deportiva ni el cuerpo técnico: ni se descarta ni se garantiza la vuelta de su referente para la jornada 17. El hermetismo refuerza las especulaciones sobre si su estado físico realmente permite que juegue o si el incidente con el entrenador ha dejado cicatrices más profundas en la dinámica interna.
Para León, la situación no pasa desapercibida. El equipo esmeralda, con el colombiano James Rodríguez liderando su ataque, también pelea por asegurar un boleto en la fase final. El duelo, entonces, se convierte en una final anticipada. Sin Canales, Monterrey pierde a su principal lanzador y cerebro en la medular. Con él, podría recuperar esa chispa que, hasta hace algunas semanas, les permitía soñar con el título. A poco de sonar el silbatazo inicial, la duda sigue: ¿jugará Canales? Por ahora, el misterio se mantiene y la expectativa crece partido a partido.