Pocos duelos despiertan tanta intensidad como este. Después de dos partidos de máxima tensión en Houston, los Golden State Warriors reciben finalmente a los Houston Rockets en el Chase Center, con la serie empatada 1-1 y la sensación de que cada jugada contará aún más. El ambiente en San Francisco no será el mismo de costumbre: la afición espera desde 2023 un partido de playoffs NBA en su casa y la expectación sube como la espuma.
La gran incógnita sigue siendo el estado físico de Jimmy Butler, el recién llegado a los Warriors y uno de los líderes que más saben carburar bajo presión. Su presencia en la cancha tras la lesión que le apartó del segundo partido supondría un golpe anímico para su equipo, pero también una preocupación extra para la defensa de Houston. A su ausencia se unió Brandin Podziemski, jugador clave en la rotación de Steve Kerr, cuyos minutos han sido muy valiosos durante la temporada regular.
Esta serie está siendo un auténtico duelo físico. Se nota en cada rebote, en el nivel de contacto y en cómo ambos entrenadores piden agresividad defensiva. Steve Kerr pausó varias veces el partido en Houston para recordar a sus jugadores la importancia de mantener el ritmo alto y no dejarse arrastrar por las rachas rivales—sobre todo porque los Rockets han encontrado en Fred VanVleet y Tari Eason dos murallas para contener la artillería exterior de Stephen Curry.
La vuelta a casa supone más que una simple localía. Para Draymond Green, será fundamental ejercer de cerebro y base invisible del equipo, repartiendo juego y frenando el empuje joven de Houston en la zona. La química con Curry y los tiradores suele dispararse en el Chase Center, pero si Butler y Podziemski finalmente se suman al quinteto, la rotación ganará profundidad justo cuando las piernas empiezan a pesar en las series largas.
Del lado de los Rockets, el técnico ha apostado por dotar de minutos importantes a jugadores como Cam Whitmore y Jalen Green, manteniendo la presión sobre Curry cada vez que toca el balón. No es ningún secreto que el funcionamiento del ataque de Golden State depende de la inspiración de Steph: en el segundo partido, Houston supo cortarle las líneas de pase y forzar tiros forzados, lo que les permitió igualar la serie. Pero el Curry del Chase no suele fallar, y la motivación extra del público podría hacer la diferencia.
Si el partido sigue el guion de los dos anteriores, veremos una auténtica batalla bajo los tableros, ataques rápidos y muchos momentos calientes cerca del cierre. Los aficionados tendrán varias opciones para seguir el Juego 3: canales clásicos como ESPN, transmisiones en YouTube y plataformas de apuestas, donde algunos ofrecen promociones especiales para los espectadores.
No es solo un partido más, sino un verdadero termómetro del futuro de la serie. El resultado de este cruce puede inclinar la balanza y marcar el rumbo de las próximas semanas en los playoffs NBA.